País Vasco, Parte 1: De mis primeros días en la fantástica Vasconia

 

 

Mi bus nocturno desde Rennes, capital de la región de Bretagne, me dejó por la mañana en la terminal de bus de Bayona. Esta histórica ciudad del sur de Francia me daba la bienvenida al llamado «Pays Basque«, el país vasco francés.

Las tierras de la Vasconia siempre me llamaron la atención. Una mixtura de curiosidad e intriga me atraía como canto de sirena a incluir el País Vasco como parte obligada en este viaje. Sus fantásticos paisajes y las ganas de volver a ver a ciertas personas de aquí que había conocido, completaban los justificados motivos para no poder saltear este lugar durante la odisea.

El territorio vasco completo abarca la región sur de Francia que da a las costas del Atlántico (Aquitania), y la región norte de España que da a las costas del Mar Cantábrico. A todo este territorio se lo denomina como «Euskal Herria» (en euskera, el idioma vasco) o «Vasconia».

La bandera de Euskadi, el país vasco

La bandera de Euskadi, el país vasco

El imaginario colectivo que se tiene en las pampas sobre el pueblo vasco, caracterizado frecuentemente como campestre y trabajador, fue generado probablemente por la gran cantidad de inmigrantes que dejaron sus tierras tiempo atrás para cruzar el charco y mezclarse con nuestros gauchos.
La integración no parece haber resultado difícil, y los vascos se ganaron una muy buena reputación por su esfuerzo laboral en los campos y la similitud de tradiciones con nuestros propios vaqueanos.
Incluso es curioso ver imágenes antiguas de su gente. Al verlos arreando el ganado, usando sus típicas botas, sus pantalones anchos, sus boinas y sus chalecos, la asociación directa es inevitable.

Danzas vascas. Fuente: Musée Basque et de l'Histoire de Bayonne

Danzas vascas. Fuente: Musée Basque et de l'Histoire de Bayonne

Al llegar a la terminal de Bayona, me frené al observar a otro loco parecido a mí: un muchacho algo encorvado, cargando una pesada mochila a sus espaldas, un poco sucio y con un palo de madera como bastón. Mi concentración se fijó en un collar de una almeja que llevaba al cuello. «¡Qué personaje!», pensé.
A los minutos, una pareja similar entró a la terminal, con los mismos collares colgando. ¡No puede haber tanta casualidad! ¿Qué está pasando acá?
Minutos después, la terminal parecía una convención de estos curiosos personajes. Con el collar o sin él, con el palo de madera o con modernos palos de trekking, iban entrando unos tras otros.

Una chica holandesa a mi lado, con la misma apariencia, comenzó la conversación que estaba esperando y me explicó lo que sucedía. La terminal de Bayona, la más importante de la región, era la forma de llegar hacia el poblado francés de Saint-Jean-Pied-de-Port, el punto inicial de uno de los famosos Caminos de Santiago.

Estos largos recorridos a pie por toda España conducen a Santiago de Compostela, o más exactamente, a la supuesta tumba de Santiago el Mayor, uno de los apóstoles de Jesús y cuyo símbolo característico era la almeja. Sea por motivos religiosos o por el deseo de tener un encuentro personal con uno mismo, decenas de pelegrinos recorren cientos de kilómetros durante días para reflexionar, disfrutar de la naturaleza y encontrarse con muchos pares en la misma situación.
Se dice que las amistades que se forjan durante la travesía son realmente fuertes, y luego son muy comunes las reuniones en otras ciudades con la gente conocida durante dicho viaje. Interesante, ¿no?. Y otra buena excursa para tener que volver hacia estas tierras.

No es Shell, es el símbolo del Camino de Santiago

No es Shell, es el símbolo del Camino de Santiago

En Bayona me esperaban Debbie y Valerie, dos chicas francesas que había conocido en Dublin. En aquella ocasión, sólo hablamos un rato, cerveza por medio, en la fábrica de cerveza Guinness, pero al pasarnos el contacto, la comunicación siguió y recibí su invitación para visitarlas en Bayona. ¡Son de las cosas fantásticas que pasan en este tipo de viajes y que justifican totalmente la travesía, más aún que los geniales lugares que se visitan!

Debbie y Valerie

Debbie y Valerie


Bayona

Bayona, en el país vasco francés


Atmósfera vasca

Atmósfera vasca

Un tranquilo paseo por la ciudad me permitió ver la típica arquitectura del lugar y conocer un poco de su rica historia. Poco después, el novio de Debbie, Vincent, nos pasó a buscar también para recorrer Biarritz, la ciudad playera de la zona, a unos pocos kilómetros de Bayonne.

¡Por primera vez en el viaje veía una playa repleta de gente! Era indicio que se había acabado por un rato el clima lluvioso de las Islas Británicas y el frío de las playas del norte de Europa. ¡En algún lugar, en lo profundo de mi mochila, recordaba haber puesto una malla que pronto tendría que salir a la luz!

Biarritz supo ser la zona de veraneo de la monarquía francesa e inglesa por mucho tiempo, y desde allí conserva un gran palacio sobre la playa y un estilo «ritzy» que la aleja bastante del País Vasco que uno imagina. Sin embargo, pudimos disfrutar de una linda caminata al sol y refrescarnos con unos tragos para concluír la visita.

¡Con los amigos de Bayona!

¡Con los amigos de Bayona!


¿Es Biarritz o Mar del Plata?

¿Es Biarritz o Mar del Plata?

Tras la fase turística de la visita, fuimos a casa de Debbie y Vincent, donde me invitaron a pasar la noche.

– «¿No probaste el famoso Jambon (jamón) de Bayonne?».

Tras mi respuesta negativa, su incrédula mirada y un breve paso por el supermercado, Vincent y las chicas se prepararon una linda picadita con asado a la que también se sumó Fabián, un amigo de la pareja.

Una excelente despedida del país galo, con dos chicas con las que apenas había hablado antes pero aún así me hospedaron, compartimos un rato genial y sin duda se sumaron a las inolvidables personas que se cruzan, colaboran y comparten esta odisea conmigo en cada lugar al que voy.

¡Excelente picadita!

¡Excelente picadita!


Chacha, la "princesa" de Debbie

Chacha, la "princesa" de Debbie


¡Picadita!

¡Picadita!

Era hora de seguir camino hacia el País Vasco pero del lado español. Como toda frontera de Europa Occidental, carece de controles migratorios y cruzarla sólo implica ver un cartel de bienvenida. Pero para mi significaba algo más.

Durante todos los años en los que había planeado este viaje, España era el indiscutible punto de partida. El vuelo más barato siempre era a Madrid, donde compartía el idioma y hasta tenía familia. Eran suficientes argumentos para apoyar el marcador allí y comenzar a trazar cada itinerario que alguna vez me imaginé para la Odisea.

No fue hasta el año pasado, en momentos de planificar más seriamente esto, donde Paris destronó a la capital española. ¿El motivo? Temor. Temor al Aeropuerto madrileño de Barajas y a volver a Buenos Aires rebotado en la aduana por no poder convencer a las autoridades que un mochilero sin ningún plan o reserva no se pensaba quedar a vivir allá y «hacerse la América» a la inversa.

Pero ahora me sentía prácticamente un hacker del sistema. Estaba ingresando al país por la puerta de atrás, por una frontera poco transitada por viajeros no europeos. Sentía una tonta necesidad de hacerlo de manera casi sigilosa, como aquel niño que se lleva unos caramelos de más y se va con una risita pícara. ¡A ver si alguien se daba cuenta!

¿A donde vamos?

¿A dónde vamos?

Decidí pasar el día en San Sebastián, teóricamente un pueblito de camino a Bilbao, que era mi verdadero siguiente destino. Sin mucha expectativa y más bien visitándolo sólo por estar de paso, me dirigí hacia el casco viejo de la ciudad en mi primer día en España.

Miré alrededor y me ví inmerso en una postal de Río de Janeiro.
¿Qué pasó acá? ¿Me tomé un bus desde Bayona y en una hora llegué a Brasil? Playas repletas con forma de medialunas, la ciudad balnearia a continuación y una serie de cerros verdes con uno particular en el medio, donde una estatua de Cristo parecía dominar todo el paisaje. Los carteles en español despejaron la duda, pero el parecido es evidente.

San Sebastián, paisaje carioca. Fuente: Wikipedia

San Sebastián, paisaje carioca. Fuente: Wikipedia

Como todo lugar al que llego sin expectativas o referencias, San Sebastián me dejó gratamente sorprendido. La magia de sus callejuelas me recordó la arquitectura de nuestras casas coloniales. Los bares, típicamente vascos, sacan a relucir sobre la barra toda una serie de platos que invitan a degustar la deliciosa y variada gastronomía local a través de los pintxos (léase «los pinchos»). Ya contaré en el próximo post acerca del curioso sistema de «irse de tapas» o «de pintxos»…

Típicos barcitos vascos

Típicos barcitos vascos

La ciudad, cautiva en el tiempo y el espacio, encerrada entre el azulado Mar Cantábrico y las suaves curvas de los Montes Pirineos, es una postal desde cualquier lugar donde se la contemple.

Playas de surf (¡finalmente encontré mi malla, me animé a meterme y me banqué el fresco!), una buena noche de bares y un grupo de gente muy divertida en el hostel hizo de mi corta estadía en San Sebastián, un día espectacular.

San Sebastián

San Sebastián


Hermosa San Sebastián

Hermosa San Sebastián


San Sebastián

San Sebastián


Juego de luces en la Catedral de San Sebastián debido a los vitreaux

Juego de luces en la Catedral de San Sebastián debido a los vitreaux


San Sebastián

San Sebastián


Surf en San Sebastián

Surf en San Sebastián

Queda mucho por decir del espectacular País Vasco. Su controversial política y pedido de independencia, el complicado idioma euskera, el sistema de pintxos que les comenté y obviamente, el resto de mis días en la región, quedarán para el próximo post.

¡A salir a la ruta de nuevo entonces! Próxima parada: ¡Bilbao! ¿Se suben?
¡Saludos a todos!

 

18 comentarios para País Vasco, Parte 1: De mis primeros días en la fantástica Vasconia

  1. Diego Buzza escribió:

    Cassan deja de mentir.. te sacas un par de fotitos en Rio y otra en La Perla y nos queres hacernos pensar que estas en las uropas???

    (sí, escrito desde la mas profunda y nada sana envidia)

    abrazo!!

    • Ariel C. escribió:

      Jajaja shhhh! No levantes la perdiz! En un rato llego a Retiro y me pego una escapada a Globant a jugarme unos ping-pongs con el Tito Burgener!
      Como andan por allá? El pequeño Santino???
      Abrazo grande!!!

  2. Graciela escribió:

    Hola Ari querido!!! Otra vez deleitándome con tu manera de contar y transmitir vivencias… Cada día lo hacés mejor!!!
    Me alegro que las chicas francesas Debbie y Valerie te hayan hospedado y alimentado , aunque sea por un día! Re-buena onda!
    Me gustaron las fotos de San Sebastián! Es ahí adonde se hacían los famosos festivales de cine, no? Qué playas hermosas! Con solo imaginarme con el calorcito que hace ahora en Europa,se ven muy tentadoras!!! qué bueno que estés disfrutando de tu odisea!!! Besos enoooormes y a empezar tu trvesía por España, vale!!!

    • Ariel C. escribió:

      Muchas gracias má!!!
      La verdad es que el País Vasco es de esos lugares de los que uno apenas escucha, pero que realmente valen mucho la pena conocer, tanto por los paisajes como por la gente que vive por acá!
      Seguiremos con las historias de España entonces, y oléeee!! Beso grande!!!

  3. Romi escribió:

    Hola Ari! Paso a dejar mi comentario solo para expresarte toda mi enviiiiiiidia «sana», jajajaja playa, mar, picada….Nos estas tentando mucho con tu relato y fotos che…Ahora en serio, saludette gigante y me alegra q la odisea siga así de bien! A proposito, se te ve lindo en las fotos, primo!!! un derrocheeeee de facha, jaja 😀 keep in touch cousin!!!

    • Ariel C. escribió:

      Prima!!!! Que lindo leerte!!!
      Por acá anda todo muy bien como verás… qué tal por allá? No me enojo si me mandás un mensaje por fb contándome novedades eh! Que hace rato no charlamos!!!
      Y a ver cuando te venis a ayudarme con los foráneos que tienen un inglés imposible!!
      Beso grande!! Saludos a la flia!!!

  4. Mauro escribió:

    Ariel no te equivoques, lo del Camino de Santiago son Conchas, y la playa de San Sebastián es la playa de la Concha por la forma de CONCHA que tiene. A ver si puedes subir chicas descubiertas y no llamar a las cosas por su nombre. jaja.
    ¿Por donde andas ahora?

    • Ariel C. escribió:

      Mauro, cómo va crack??
      Se que el uso de la palabra CONCHA acá es distinto, pero quería ser un poco más discreto con los lectores de Argentina!! En San Sebastián hasta vi un cartel de «concha libre» por un estacionamiento que había… pero en Argentina, es como un poco mucho!!
      Gracias nuevamente por lo de Segovia! Ya se vendrá el post sobre esos días!
      Abrazo grande!!! Saludos!

  5. Alfredo escribió:

    HOOLa Ariel !!! muy bueno el relato del pais vasco y exelente las fotos, en especial la vista panoramica de la Bahia de San Sebastian .
    Te hiciste la trilla a la punta del morro no ? ( ya que se parece a Brasil je ). Te gustan esas travesias.
    Me alegra que estes disfrutando la odisea, se te ve contentito , eso es bueno .
    Te falto algun tema vasco para acompañar el relato . Queda en deuda para el sistema de pintxos con jambon de Bayonne , y una cervecita regional.
    Te mando un gran abrazo

    • Ariel C. escribió:

      Jaja Muchas gracias pá!!!
      Me hice la trilha, si si… pero no era lo mismo sin estar con vos para dejar nuestros nombres en el mirador de madera de camino a Lagoinha de Leste!!! Mirá cómo me acuerdo, eh!! jeje
      El tema vasco, los pintxos y las bebidas quedarán para el próximo post!!!
      Abrazo grande pá!! Gracias por comentar siempre!!

  6. Leandro Feli escribió:

    Wooww! la verdad que no tenía idea de todas estas cosas en España!
    Que bueno también poderse encontrar con tanta generosidad de la gente!
    Ahora bien, quizás hay una foto en la que deberías haberte posicionado más hacia la derecha, nos dejaste con la duda de si se hacía honor al emblema del lugar o la nueva moda «precaria» sólo venía de la parte de superior.
    jajajajj

    No, en serio, muy buenas las fotos Gringo! y se ve que te estás afeitando mas seguido! Sino a esta altura ya estarías como Moises!
    🙂

    Se te manda un abrazo giganteeeeee!!! Y muchos mas éxitos!

    • Ariel C. escribió:

      Jaja fenómeno!!! Que grande!!
      Lo de posicionarme más a la derecha te lo puedo decir: sólo topless, nada de símbolos de Santiago en estas playas!
      Y si, cada tanto me pego una rasurada, que sino con el calorcito la barba complica más aún la situación!
      España es un espectáculo… cada región parece un país aparte y todos valen la pena!!! Genial!

      Que novedades por allá?
      Abrazo grande!!!!

  7. Marie escribió:

    Hey! Gringo! Que increiblee todooo!!! Quedé fascinada con San Sebastián! Me imagino que vas a ir a Toledo no? Te va a encantar…

    Me alegra que la estés pasando de 10!!

    Un saludo y disfrutá el calorcito! 🙂

    • Ariel C. escribió:

      Marie!! Qué tal???
      San Sebastián es fantástico, si si… igual vos ya tenés el tuyo en casa! 🙂
      Gracias por darte una pasada por acá! Que novedades por allá?
      Beso grande! Saludos!!

  8. pablodeg escribió:

    Gringooo geniooo!!!! Buenisima onda esas playas!!!! un sueñooo y en la mejor epoca del añooo veranitoo europeooo!!!! te mando un abrazo gigangee crack espero tu proximo post

    PD:BALEARES NO SON UNAS ISLAS…BALEARES SON LAS ISLAS!!!!!!!!!!!!!!!!! dateee una vuelta gringoo no podes dejar de pasar!!!

    • Ariel C. escribió:

      Panda!!! Como va todo, fenomeno??
      Gracias por el mensaje che!! La verdad que anda todo 10 puntos por aca!
      Lo que si, no me voy para Ibiza, pero me voy para otra fiesta que ya contare!

      Abrazo grande!!!!

  9. Kari escribió:

    una vez mas excelente hermanito!

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