Italia es de esos lugares europeos cargados de simbolismos.
Hay quienes lo ven como un país-museo, por los milenios de historia que aún se mantienen allí dormidos y que explican porque es el territorio con mayor cantidad de Patrimonios de la Humanidad.
Muchos otros lo ven como uno de los países más románticos, con ciudades internacionalmente conocidas como Verona o Venecia.
Los más cinéfilos, probablemente lo asocien con la «Maffia Italiana» y con películas como «El Padrino».
Para los amantes del arte, este es sin duda un destino obligado, por haber sido la cuna de movimientos pictóricos, escultóricos y arquitectónicos de relevancia mundial.
Y en mi país, Argentina, a muchos Italia los identifica con sus propios antepasados, ya que fue uno de los principales orígenes de inmigración que formaron la actual demografía argenta.
Excepto por las raíces ancestrales, ya que ni Jani ni yo tenemos genealogía «tana», el resto de los motivos y otros tantos, hacían que el famoso país con forma de bota sea también un destino soñado por ambos.
Tras nuestro recorrido por la Riviera Francesa, incluyendo el inolvidable paseo por las calles de Mónaco, cruzábamos esa misma noche la frontera francoitaliana.
Cómo toda otra frontera en Europa occidental, tras el Acuerdo de Schengen de 1995, el límite es meramente una formalidad y un atractivo geográfico, pero para nosotros era más que eso, y sólo ver el cartel de bienvenida ya nos generaba muchísima ilusión.
Antes de comenzar, voy a recomendar nuevamente una canción para disfrutar del post. Habría muchas canciones en el idioma local para acompañar, pero en cambio se me ocurrió este extraño y entretenido mambito en inglés que escuchamos allá y creo que combina perfectamente. ¡Les aseguro que les guste o no, se les pegará y no dejarán de tararear su estribillo por un buen rato!
Ahora sí, era momento de empezar a dejar nuestras huellas por el país, y el Toyotita tenía que hacer lo propio en el pavimento de sus rutas.
La idea era dirigirnos rápidamente a una de las regiones más lindas y turísticas de la nación italiana, la famosa Toscana, aprovechando la movilidad que el auto nos brindaba, y luego ir volviendo los pasos hasta la frontera norte con Suiza. El resto de Italia quedaría para una posterior visita ya sin la comodidad del cuatro ruedas.
Desde la entrada al país, pensamos tomar directamente la autopista (Autostrada) y aprovechar así para ganar algo de tiempo.
Subimos a la misma en la ciudad de Ventimiglia y apenas pasada la rampa ya apareció el primer peaje.
«Ufff, esto va a estar durísimo», pensamos inmediatamente. ¡Pero no! ¡Tuvimos suerte! Sólo nos dieron un papelito muy bonito, un comprobante por el uso de la autopista sin cobrarnos nada. ¡Excelente! ¡A seguir camino!
La autopista costera nos tomó toda la mañana. Fueron pasando grandes y famosas ciudades como San Remo, Savona, Génova, La Spezia y Viareggio.
Afortunadamente, mi querido sentido de orientación innato se portó de la mejor manera, sin hacernos perder en ningún momento y esquivando exitósamente uno a uno los «despelotes» de salidas que ofrecía la autopista en su paso por grandes ciudades italianas, sobre todo la de Génova.
Desde los primeros kilómetros noté algo curioso que me llamó mucho la atención. Como comenté anteriormente, un gran porcentaje de la población argentina, sobre todo la urbana, tiene antepasados españoles o italianos.
Los apellidos españoles con más líneas en las guías telefónicas como Pérez, González, Martínez o Fernández, no están asociados a ningún pueblo o ciudad hispana en particular. Simplemente fueron producto de la histórica costumbre española de convertir el nombre del padre de alguien para el apellido del hijo. Es decir: Pedro, Gonzalo, Martín o Fernando.
La situación es distinta con los apellidos italianos. Prácticamente todos se corresponden con el nombre de alguna ciudad o pueblito del país donde estábamos.
Y apenas empezamos a andar, me encontré que los carteles de cada salida de la autopista parecían querer hacerme recordar a mis propios amigos y conocidos.
Massa, Saluzzo, Garbarini, Salvatore, Rocco, Rivarola… ¡Hey, yo tengo un amigo con ese nombre! ¡Uy, con ese también! ¡De ese cartel, los tres nombres son de algún conocido mío! Así, todo el viaje (claro que para no tentar la paciencia de mi «coequiper», obviamente, ya dejé de decirlos y sólo los pensaba, jeje)
Nunca dejaron de aparecer. Incluso famosos, políticos, jugadores de fútbol, profesores de la facultad… ¡Allí estaban todos!
En cierto modo, al recorrer las rutas italianas parece simplemente que uno está haciendo ¡un viaje por la guía telefónica!
Tras unas cuántas horas, llegábamos a la región de Toscana y a nuestro primer destino: Pisa.
¡Habíamos sido muy afortunados! ¡No lo podíamos creer! Habíamos escuchado que los peajes en Italia eran muy caros, pero no nos habíamos encontrado con ninguno! ¡Un éxito total!
Al bajar de la autopista para entrar a la ciudad, apareció un peaje. «No pasa nada, ¡un sólo peaje en toda esa autopista es un regalo! ¿Cuánto puede costar?», fue mi pensamiento.
He aquí lo que pasó después:
– «¡Bon giorno! Il biglietto, per favore», nos dijo el empleado.
– «¿Biglietto? ¿Qué biglietto? No tenemos ningún biglietto. Sólo díganos cuanto cuesta este peaje».
– «Il biglietto» y nos hace un gesto, dibujando un papelito rectangular en el aire, casualmente muy parecido a aquel que nos habían dado en el comienzo de la autopista.
– «Jani, ¿guardaste ese papelito que nos habían dado?»
– «Si si, espera que lo busco» y lo sacó de la cartera.
El empleado lo procesó y nos mandó el golpe de una y sin anestesia:
– «Mmm… Di Ventimiglia a Pisa… ¡38 euros!«
¡Faaaaa, que sacudón! ¡Mamma mía! ¡Con que ahí estaba la trampa, qué astutos! Ni quise hacer la conversión a pesos argentinos para no ponerme a llorar. Nada que hacer señores y señoras, ¡a bajarse los pantalones ante semejante crímen a la billetera!
Bueno, no importaba. ¡A seguir sonriendo! ¡Estábamos en Pisa!
Pisa quizás es la ciudad italiana con la fama más ambigua. Para algunos, es bellísima. A otros, les parece una ciudad demasiado turística y con una torre que no vale nada. Al menos, eso habíamos escuchado de varios.
Pero a nosotros nos encantó. Un atractivo casco histórico, un río con bonitos puentes y una gran plaza (la famosa Piazza dei Miracoli) que no sólo tiene la torre, sino también otros tres edificios tan o más espectaculares: el Duomo, el Camposanto y el Baptisterio.
La torre en sí, también nos pareció fabulosa. Dejando de lado la molesta cantidad de turistas tratando de sacarse fotos, fotos y más fotos sosteniendo y haciendo todo tipo de pavadas con la torre, el monumento es espectacular. ¡Y si, realmente está muy muy inclinada!
Como pudieron ver, no negaré que sacamos algunas fotos sosteniéndola o posando, al fin y al cabo uno no va ahí todos los días, pero mi foto soñada era otra.
Estábamos en Pizza… eh, digo… ¡en Pisa! Así que fuimos, compramos una redonda de muzzarella y nos sacamos la foto que yo venía esperando. ¡Buon appetito!
El segundo destino en la Toscana fue bastante particular. A la ciudad más famosa de la región, Florencia, la ibamos a dejar para nuestra próxima visita.
Pero a Jani le habían recomendado un pueblito poco conocido pero que prometía: Volterra
El Toyotita nos permitía desplazarnos con facilidad, y si yo había insistido en ir a Mónaco, ¿por qué no ir a Volterra también? ¡Hasta sonaba bien, como a una tierra de condes! ¡Algo interesante debía tener!
Resultó ser otro pueblito hermoso. Sobre una colina que daba excelentes vistas de toda la zona alrededor, el pueblito de Volterra tiene una larga historia y muchas callejuelas y palacios para recorrer.
Curiosamente, nos encontramos con bastantes turistas también, lo que nos extrañó al principio. ¿El motivo? O bien es porque cualquier pueblo de Italia tiene muchísimo afluente de turistas, o quizás por lo que nos enteramos más tarde, fue lugar de filmación de unas escenas de la saga fílmica adolescente Crepúsculo.
Al parecer en esa saga, los personajes viajan a Volterra (si si, no le cambiaron el nombre en la película) a consultar a un consejo de vampiros de alto rango que viven allí, y nosotros anduvimos por esos mismos lugares donde se rodaron las escenas. Nos sacó una sonrisa, que se yo, ¡no deja de ser interesante!
Remontamos una vez más la autopista en dirección contraria, volviendo sobre nuestros pasos, para poder disfrutar al día siguiente de otra de las grandes atracciones que Italia le ofrece al visitante. Quizás no tan famosos internacionalmente, por la mañana estábamos listos para conocer el que terminase siendo probablemente, nuestro lugar preferido en la nación itálica…
Cinque Terre, así es como se conoce a cinco pueblos sobre la costa del Mar de Liguria y que serían nuestro siguiente destino en el país.
En tren (la mejor forma de recorrerlos) fuimos visitando Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso, que son los verdaderos nombres de estos cinco sitios denominados en su conjunto como CinqueTerre.
Son Patrimonio de la Humanidad y con sobrantes motivos. No recuerdo haber visto antes lugares tan pintorescos y no tengo miedo en catalogarlos para mi como «los pueblitos más lindos y románticos del mundo».
Aún con muchas similaridades, cada pueblito es distinto del anterior pero igualmente aprovechable.
Disfrutamos de sus paisajes, de sus caminos, de sus playas y de la frescura de sus aguas cristalinas, metiéndonos en cada uno para refrescarnos y así contrarrestar el calor veraniego que nunca dejó de agobiar.
No hay palabras ni adjetivos suficientes para describir CinqueTerre. Una vez más, les encargo eso a las fotos y a su propia imaginación para que hagan el trabajo que ningún diccionario puede realizar, y creo que ni así alcanzaría.
Un buen método quizás sería que piensen en todos los sinónimos de «belleza» que se les ocurra, se inventen más palabras que describan que podría ser todavía más lindo que eso y aún así imaginarse que se quedaron cortísimos de palabras.
Mi mayor deseo es que ojalá todos ustedes puedan visitar este lugar tan mágico algún día. Luego, ¡me cuentan que les pareció!
Aquí van algunas de las fotos prometidas:
Completamente felices, aunque un poco mojados e incómodos por lo pegoteadas de nuestras ropas tras tantas inmersiones al fabuloso mar de Cinque Terre, volvimos a la ciudad donde dejamos el auto para seguir viaje.
Al volante del Toyotita y con el sol ya cayendo en un precioso atardecer, encararíamos esta vez para el norte, hacia la zona de los Alpes y la frontera suiza.
Pero eso ya quedará para el próximo post, que insólitamente promete ser quizás todavía aún más lindo que este.
¡A dejar comentarios! ¡Saludos a todos!
buenisimo que te acordas de nosotros y actualizas mas seguido el blog!!!
Acabo de chusmear un poco los blogs viejos tambien y, para decirlo de manera sencilla: que viaje de la puta madre que estas haciendo!!
increible…
igual, tengo que admitir que lo que mas espero, son los blogs que van a ir apareciendo ahora, cuando empieces a viajar hacia el Este y ya te vayas de la «Europa Cercana@ a nosotros (cuando hayas dejado Italia, Francia, Espana).. ese si que va a ser un mundo totalmente desconocido, al menos para mi..
suerte! de parte de alguien que tambien tiene apellido de region italiana (de un barrio de Campogliano, en Modena)
Buzzalino!! Apellido tano si los hay!!
Gracias por el comentario!! La verdad que sí, el viaje está saliendo de puta madre, y eso que vengo un mes atrasado con los posts… Conociendo tantos lugares y gente fabulosa en tan poco tiempo (cosa que no pasa en Buenos Aires ni en ninguna ciudad donde uno vive estable), se hace imposible contarlos (casi) todos en el blog y no atrasarse!! El tiempo que uno vive pasa más rápido de lo que uno puede llegar a contar… Pero ya vendrán los posts de Europa del Este! Quedate tranquilo que tendrás para seguir leyendo! jeje
Abrazo grande!! Saludos por allá!
ah, y algo mas..
aprovecha los ultimos calores y empareja tus colores!!! por el color que tenes, no te sacaste la remera ni para banarte!!
jajaja
abrazo!
Jaja Te juro que no entiendo!! Me torré como un hdp! El sol no deja de azotar hace meses desde que llegué más o menos a España, y nunca más me puse protector solar porque mi piel ya está re curtida!
Pero no sé, el torso parece más blanco en la foto de lo que está, ni idea…
Jaja! Abrazo grande Diego!!
…il paese più bello del mondo..vayas donde vayas..salvo en los barrios marginales de napoles…y milan no deslumbra…pero tiene las mujeres mas lindas…y el sur dicen que es mas lindo..suete en le viaje..abrazo
Jaja Es un país muy hermoso, en eso tenías razón!! Lo de más lindo del mundo y lo de las mujeres, bueno… habrá que seguir viajando para comparar con los otros 192 países, no?
Abrazo grande y gracias!!!
Ari!!! Cuando me pongo a leer tus post siento que nos haces muchos regalos con tus relatos… Nos regalás impactantes paisajes,nos informas con historias interesantes, nos transmitis emociones, algo que no todos tienen el don de hacer y es tan importante para hacer mejores nuestras vidas… Y además nos dibujas una sonrisa con los comentarios cómicos que siempre agregás!!! Buenísimas las fotos de Pisa y soñadas los pueblitos de Cinque Terre!!! Y vos y Yanire agregando belleza a las fotos,por supuesto!!! Beso enooorme!!!
Jeje Muchas gracias!! Todos ustedes me hacen muchos regalos con sus comentarios también!!
Un beso grande! Y ya falta poco!! Menos de un mes!! 😀
Nooooooo fuiste a cinque terre!!!!!! ese lugar es una hermosura!! la próxima vez que pise Europa me hago una escapada. Cuando fuimos a Italia, hace más de 10 años, nos quedó en el tintero y tenemos muuuchas ganas de ir!!! Es tan lindo como se ve, no??
Qué bueno!!
Que siga la odisea y la magia!!
besos y abrazos!!
Aldana
Magos!!! A cuántos días estamos de África? O ya salieron para allá?? Que bueno, que bueno! Estoy tan emocionado yo como ustedes! jeje
Cinque Terre es precioso, eso no queda duda… y lamentablemente no existen cámaras que puedan captar todavía lo bello del lugar! Pero seguro ya podrán verlo pronto con sus propios ojos!
Beso grande y muchas gracias!!
Gringo!! como estás tanto tiempo??
Que lindo Italia!! sabés que yo soy una de esas que mencionas que se siente ligada a Italia por sus antepasados.
Ojalá algún día tenga la posibilidad de conocerla.
Espero que tu viaje siga siendo mejor y mejor.
Te mando un beso muy grande
Espero mas posts tanos eh!
Ceci!!! Que gusto recibir un comentario tuyo! Hace rato no tengo noticias del ET! Vamos! Que anda pasando?
Seguro ya tendrás la posibilidad de ir a Italia! Es un país maravilloso, con mucho para ofrecer, pero eso no es noticia, no? jeje
Cuentenme novedades de allá! Beso grande!! Y saludos al resto!!
leerte es como volver a estar allí…tienes razón, cinque terre es precioso..creo que son los pueblitos mas bonitos que he visto nunca! las casas de colores.. las barquitas..el saltar al agua fresquita para escapar un rato del sol (que nos perseguía a cualquier lado que iriamos)..je,espero con muchas ganas el siguiente post, porque los Alpes tambien me dejaron anonadada! Un beso muy grande!
Hey bonita!! Creo que nos va a ser imposible olvidarnos de Cinque Terre! Sólo subí mi foto lanzándome en un clavado de bastante dudosa calidad (algún amigo ya comentó que si hubiera habido un jurado, los puntajes que hubiesen levantado hubieran sido mediocres, y lo comparto!), pero tus fotos lanzándote o las que estás en el agua del primer pueblo son geniales!! Esas las tenés que subir vos!
(Hey Mambo! Mambo Italiano, Hey Mambo!!)
El post de los Alpes promete! Me inspiré como pocas veces! Espero que te guste! Beso grande!!! Muxus!
hahah vaya manera de vender italia!
ohh mi sueño realmente es italia, pero como voy en el asiento trasero de su autito no me he perdido de nada.
hermosas fotos, espere la siguiente, la siguiente y la siguiente actualización de tu blog <3
Jaja Gracias Gigi!!! Me alegra mucho que viajes en el asiento trasero con nosotros!! Bienvenida a bordo!
Un fuerte abrazo!!
Creo que ya habia comentado algo parecido en el facebook, pero es genial la foto tuya con la pizza jajaja Ahora lo que no me cierra es que en la foto del clavado se te note tan flaco chabon! tenes que entrarle mas seguido a la muzza, la napo, la fugazeta!! jajaja
Jaja No podía estar en Pizza (Pisa) y no sacarme una foto así!!! Gracias!
Y no es que esté flaco, debo pesar unos 100kg, pero truqué la foto del clavado como hacen las top model, jajaja. No te preocupes, yo estoy comiendo! Se pierde un poco de peso al viajar inevitablemente nomás, nada para preocuparse!
Abrazo grande! Gracias por comentar, y a arreglar cuanto antes ese Skype eternamente postergado eh!
Muy lindas las fotos Ariel . y esa zona de pueblitos de Cinque Terre , hermosisimos , que pintorescos .
Todas las casitas en colores sobre la montaña junto a ese color de mar!! .
Esa imagen del clavado…. yo la conozco , la tengo vista de la pile de casa, alguna tarde de verano ,pero a esa altura , mmm tambien , hay que animerse , muuuy bien !!!
Me gusto mucho la foto de ambos en Manarola y que paisajes .
Besos y abrazos Ariel .
Muchas gracias por el mensaje!!! Un gran gran abrazo!!!
Diosss pisa y volterra!!!
Y que bonito es cinqueterree, quiero iiiiirrr..ya se que voy con retraso, pero no tengo tiempo de estar al ordenadorrrr, aqui estoy aprovechando el viaje en autobus ahora para ir leyendotee, je..
Bezotesss
Muchas gracias Nago!!!
No importa atrasarse, ni es necesario leer en orden! Todos los posts son independientes!!!
Gracias por el mensaje!! Y ya habrá tiempo para que vengas por acá y además de los lugares, agregues las recetas eslavas a tu propio menú de cocinera!!! Muxus!!